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Por medio de nuestra práctica la energía atascada en algún lugar del cuerpo se mueve, vuelve a fluir…

En las clases hacemos  Hatha Yoga o sea Yoga físico, trabajamos con nuestro cuerpo por medio de posturas (ásanas)  y con la respiración (pranayama).

Pero no somos mente por un lado, cuerpo por otro y emociones por otro. Ante un estado emocional, el cuerpo y la respiración responden de determinada manera. Puesto que los tres cuerpos; mental, emocional, físico, se hayan estrechamente relacionados, practicando Hatha Yoga estamos trabajando a todos los niveles.

El Yoga es una ciencia que busca liberar el alma llevando la conciencia, el cuerpo y la mente a un estado de integración.

Efectos secundarios:

salud, felicidad, bienestar, paz, equilibrio

 

La práctica de ásanas suministra energía y circulación al cuerpo humano. Cuando realizamos ásanas, dondequiera que existan bloqueos energéticos debido a la falta de circulación, que nos hacen padecer artritis reumática, dolores... las posturas irrigarán el organismo y la energía vuelve a fluir proporcionando bienestar y salud…

En las sesiones de pranayama (control y distribución de la energía de la respiración) aprendemos a liberar nuestra respiración, reprimida desde nuestro nacimiento, tomamos consciencia de cómo respiramos y practicamos técnicas para ampliar nuestra capacidad de respiración y permitirnos llegar a lugares de mayor dicha y bienestar.

La forma en que respiras está estrechamente relacionada con la forma en cómo te tomas la vida. Respiras amplia y abundantemente como diciendo ¡SI! a la vida o te conformas con respirar lo suficiente para sobrevivir?

Cuánto más placer sentimos en la respiración más lo sentiremos en nuestra vida. Somos tal cual respiramos.

En las clases de iniciación lo que se pretende es desintoxicar el cuerpo, “preparar nuestra máquina…

El yoga dinámico combina la técnica de Iyengar Yoga con los Vinyasas (movimientos que enlazan una postura con otra) del Asthanga Yoga. Es una práctica dinámica, una meditación en movimiento. Al sincronizar movimiento y respiración y al permitir que el sonido de la respiración (Uyayi) te envuelva, te va entrenando para apaciguar tu mente, acallando tus pensamientos y proporcionándote un descanso mental y una conexión con el momento presente.

 

Al calmar los pensamientos experimentas dicha y bienestar. Desarrolla la capacidad de concentración, el tono muscular, la elasticidad, el equilibrio, proporciona un buen estiramiento, trabajo con la respiración, elimina el exceso de estrés, el exceso de peso… Te entrena para estar aquí y ahora.

A medida que vamos avanzando en nuestra práctica, nuestro cuerpo y nuestra mente están más preparados para permanecer más tiempo en una postura y también para hacer posturas que quieren un mayor nivel de conciencia.

Pero no es el fin del yoga hacer un montón de posturas acrobáticas… el fin último del yoga es el desarrollo de la conciencia.

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